Sin excepción todo ser humano tiene un momento de "pérdida de pereza" al despertarse, algunos (seguro todos) nos estiramos y sentimos una sensación única. ¿Por qué nos desperezamos?
Al pasar tanto tiempo dormido los músculos pierden tono y se acumulan fluidos en la espalda. Al estirarnos proveemos un leve masaje a esas zonas y los llevamos a su posición original.
Estirarse hace que el músculo se salga de su rango y vuelva calibrar los mecanismos que determinan su movimiento regular.