El paracaídas

El primer intento registrado de lanzarse en paracaídas se produjo en Córdoba, en el año 852. Arman Firman intentó volar con una enorme capa tirándose desde una torre. Pensó que la capa se abombaría y amortiguaría el golpe, pero no fue así. Después de él hubo muchos más intentos fallidos, hasta que Jean-Pierre Blanchard llevó a cabo en 1784 una demostración exitosa del uso del paracaídas lanzando un canasto con un pequeño animal desde un globo (llegó sano y salvo al suelo). El primer saltador que experimentó el sistema en carne propia fue André-Jacques Garnerin en 1797