El Calambre

Todos alguna vez hemos sentido un dolor agudo en nuestros músculos, una sensación que sin duda nos detiene únicamente para calmar ese persistente y muy mal momento.

El calambre es el nombre que le damos al espasmo involuntario de un músculo, por suerte (¿?) sólo en algunos casos puede ser considerado de gravedad. Uno de los motivos más regulares es la falta de oxigenación de los músculos, o la pérdida de minerales; esto por el esfuerzo prolongado, movimientos bruscos o simplemente frío. Otro tipo de calambre, el cual esperamos jamás padecer es producto de intoxicación o algunas enfermedades que ocasionan las contracciones en el estómago.

Entrando más en detalle, aveces hemos tenido un calambre mientras dormimos, esto se debe una alteración en la circulación en ese músculo, puede ser más frecuente si se duerme inmediatamente después de comer porque el cuerpo y la circulación están orientadas a la digestión.

Para quienes se ejercitan hay 3 teorías sobre el por qué del calambre. La primera se orienta a que es la acumulación de ácido láctico, producto de la actividad física prolongada y que en algún momento hace que la capacidad del cuerpo para absorber oxígeno y convertirlo en dióxido de carbono se vea disminuida. La segunda teoría explica que se debe a una forma de relajación del cuerpo, por ejemplo, al tensar el biceps se estaría relajando el triceps y así con otros músculos. Finalmente existe una teoría que nos convence más, habla del control neurológico ya que al ejercitarnos de forma prolongada (has ta alcanzar fatiga muscular) se pueden excitar algunas neuronas, lo que ocasionaría una disminución en las señales inhibidoras del sistema nervioso. En todo caso el calambre provocado por ejercicio se puede prevenir realizando un calentamiento previo.